¿30 Años no es nada?

El viernes conmemoramos los 30 años de dirección ininterrumpidos del Maestro Rodolfo Diorio con un concierto de todos sus coros (7) y creo que no es algo más. Él, en una comunidad que no valora realmente a los que hacen/hacemos arte, hace 30 años sin parar que vive de la música. Y qué gran aporte nos hizo a todos.
Gracias a él conocí la música, y con su apoyo y ayuda me enamoré de ella, perdidamente. Es grandioso ver a una persona disfrutarla tanto como a él. Sólo ver su rostro genera el ambiente necesario para cada obra, no deja pasar nada… Y así logra todo lo que logró: competir mano a mano con los mejores coros del mundo en concursos internacionales (y salir 2°), hacer emocionar a una Parroquia llena de gente que le cantó el “feliz cumpleaños” con tanta emotividad como cada una de las obras que interpretaron sus coros o simplemente hacer llorar a uno o más de sus coreutas cuando se emociona con un matiz o algún detalle de interpretación (yo fui uno de ellos).
No hay nada más lindo que ver a una persona trabajar con tanta dedicación y amor por lo que hace que contagia, y así contagió a tres generaciones y cientos de personas el amor por la música y la exigencia por la excelencia de la misma, porque no se conforma con afinar, él busca empaste, matices, en fin: interpretación.
Desde mi lado personal (él ya lo sabe) siento que es mi “padre musical”, pero con esa frase me quedo corto. Es prácticamente como un padre de verdad, porque gracias a él le encuentro un sentido a la vida (en la música) que me ayuda a tener la fuerza necesaria para seguir y salir cada vez que no estoy del todo bien de ánimo.
No hay nada más lindo que saber expresarse desde algún arte… Y él no sólo sabe expresarse desde la música, sino que también desde la enseñanza.

Gracias Rodi! Sos lo más!