20.8.07

Evaluaciones

Cantar me da placer. Es muy difícil que lo sufra y extremadamente extraño que no lo disfrute. Siempre que canto lo hago con un objetivo, o tal vez más de uno. Y hoy canté. Debe haber sido el día del año en el que más lo hice. Y canté de todo. Repasos de la gran obra que haría a la tarde, algunas cumbias para no pasarme de rosca, un poco de rock, pero hubo 1 hora y pico del día en las que canté algo muy especial.

Tanto la Cantata 147 como el Magnificat son obras (obrones) de J. S. Bach destinados a resaltar la imagen de la virgen y en honor a ella. Estas obras reflejan el amor y devoción de los creyentes y la complejidad y devoción del autor. Amor, entrega, esperanza y todos incondicionales se nombran en el mensaje, que se debe cantar con alegría. Porque el tresillo para Bach es alegría, y estas obras estaban completamente colmados de ellos. Y por eso lo disfruté. Porque con la traducción, la gente pudo ver como las notas se llenaban de color y formaban un cuadro imaginario en el que el contenido reflejaba perfectamente lo que describían las palabras. Y por eso lo disfruté.

Y también disfruté con las caras del director, mostrando aprovación constante y emanando confianza hacia nosotros; lo que me alegró. Disfruté cantar junto a amigos que me dio la vida y que valoro con todo mi corazón; lo que me alegró más aún. Disfruté poder mostrarle lo que amo hacer a amigos (que quiero MUCHO) con los que no comparto esta actividad; sobre todo a esa amiga que sabe más que nadie lo que es el canto para mí y lo que lo disfruto hacerlo (espero que ella haya disfrutado haberlo escuchado... puesto que no me llegó critica alguna... por más que su conocimiento sea poco), y sobre todo transmitir sensaciones con el mismo; lo que me desbordo en un llanto de alegría, el cual tuve que contener obligatoriamente ya que de lo contrario las hermosas semicorcheas reflejadas en las partituras se iban a convertir en un montón de manchas negras.

Soy feliz con muy poco. Hoy, soy feliz.

1 Comentarios:

A la/s 09:43, Anonymous Anónimo dijo...

Me está pasando lo mismo. Desde siempre amo cantar y siempre todos me decían: "tenés re linda vos, estudiá canto, bla bla bla"; pero yo siempre lo postergaba, de alguna forma lo negaba. Pero en mayo de este año dije "voy a hacer algo que reúna varias de las cosas que me gustan (entre las tantas actividades artísticas que adoro) y entré en un grupo de teatro donde cantamos, actuamos (obviamente) y hasta bailamos. Y sí, desde hace casi 4 meses que soy MUY FELIZ cada miércoles que son los días que ensayamos para la obra que estrenaremos en octubre, es simplemente mágico, mejor de lo que siempre soñé.

 

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