30.8.07

Disculpe profesor, no entiendo...

... por qué si el pizarrón es para fibrones, siguen apareciendo cada vez más tizas en su borde...

21.8.07

Pedir perdón.

Qué difícil que es pedir perdón. Nuestra naturaleza egoísta y sobervia hace que se nos haga casi imposible recitar tan bellas palabras. Algo que podría generar felicidad instantánea pero que sin embargo tenemos reservado en lo más profundo de nuestro ego, y cerrado bajo llave. La mayoría de las veces preferimos el silencio, dejando espacio para la recriminación, en caso de existir alguna aspereza futura.

Sólo pedimos perdón cuando es conveniente para nosotros, donde rebajarnos nos lleva a una posición de ganancia neta. Digamos que donde en una posición futura, la relación generada por la rebaja, puede alimentar mucho el ego, u otras necesidades humanas de autorealización; o tal vez también, más carnales.

Pero cuando con una sinceridad suprema, casi providencial decidís hacerlo; las puertas del cielo se abren y te reciben los alivios con alas en la espalda. Porque por más que esa petición no sea bien aceptada, sabemos en lo más profundo de nuestro corazón, que es bueno, como el de la persona que te está escuchando, que hicimos lo mejor, y que en algún momento esa actitud será recompensada de alguna manera.

Como me cuesta pedir perdón, pero qué bien que me siento cuando lo hago.

20.8.07

Evaluaciones

Cantar me da placer. Es muy difícil que lo sufra y extremadamente extraño que no lo disfrute. Siempre que canto lo hago con un objetivo, o tal vez más de uno. Y hoy canté. Debe haber sido el día del año en el que más lo hice. Y canté de todo. Repasos de la gran obra que haría a la tarde, algunas cumbias para no pasarme de rosca, un poco de rock, pero hubo 1 hora y pico del día en las que canté algo muy especial.

Tanto la Cantata 147 como el Magnificat son obras (obrones) de J. S. Bach destinados a resaltar la imagen de la virgen y en honor a ella. Estas obras reflejan el amor y devoción de los creyentes y la complejidad y devoción del autor. Amor, entrega, esperanza y todos incondicionales se nombran en el mensaje, que se debe cantar con alegría. Porque el tresillo para Bach es alegría, y estas obras estaban completamente colmados de ellos. Y por eso lo disfruté. Porque con la traducción, la gente pudo ver como las notas se llenaban de color y formaban un cuadro imaginario en el que el contenido reflejaba perfectamente lo que describían las palabras. Y por eso lo disfruté.

Y también disfruté con las caras del director, mostrando aprovación constante y emanando confianza hacia nosotros; lo que me alegró. Disfruté cantar junto a amigos que me dio la vida y que valoro con todo mi corazón; lo que me alegró más aún. Disfruté poder mostrarle lo que amo hacer a amigos (que quiero MUCHO) con los que no comparto esta actividad; sobre todo a esa amiga que sabe más que nadie lo que es el canto para mí y lo que lo disfruto hacerlo (espero que ella haya disfrutado haberlo escuchado... puesto que no me llegó critica alguna... por más que su conocimiento sea poco), y sobre todo transmitir sensaciones con el mismo; lo que me desbordo en un llanto de alegría, el cual tuve que contener obligatoriamente ya que de lo contrario las hermosas semicorcheas reflejadas en las partituras se iban a convertir en un montón de manchas negras.

Soy feliz con muy poco. Hoy, soy feliz.

18.8.07

Interpretaciones

Mis primos, junto a mis tíos se estaban preparando para irse a los Saltos del Moconá mientras yo me preparaba psicológicamente para cuidarles la casa y me encara mi primo y me dice:
Matias: "va a venir alguien mientras no estemos"
Yo: "mañana van a venir los chicos, pero seguro salimos..."
Matias: "viste la cajita de madera... hay U$S 100... pagate una buena puta, te los regalo"
Yo pienso: "tanto se me nota la abstinencia!?"

Concierto


Estoy orgulloso de volver a cantar el Magnificat del Arquitecto de la Música J. S. Bach junto a los mejores cantantes de música antigua de la Argentina (nosotros no... los solistas) y junto al estreno de la Cantata 147 (cantata, no Fiat) del mismo compositor.


10.8.07

Predicar con el ejemplo....

Siempre actúo mal cuando tengo que reaccionar a una pelea. Mi naturaleza pacifista emerge y evita que continúe la confrontación... o por lo menos lo intenta. Casi nunca me enojo con nadie, o por lo menos lo suficiente como para considerarlo una pelea seria.

Resulta que hace unos días, un par de semanas, me enojé mucho más de lo normal con una persona que quiero mucho... de las que más quiero, y reaccioné como lo hace esa persona en vez de ser yo. Y la verdad que no me gustó nada: estar enojado más de cinco minutos, evitar a la persona, tal vez querer contarle mil cosas y por sobervia no hacerlo.

Así que decidí predicar con el ejemplo, y le hablé en el MSN; preguntándole qué hacía durante el fin de semana. No nos vamos a ver... pero por lo menos es un paso adelante.

No sé si la gente nota este tipo de actuaciones, pero yo me siento mucho mejor.