Siempre en la hora del brindis pienso en silencio con quién me gustaría estar haciéndolo que no esté en la mesa, y sobre mis deseos para el año que viene. Hoy me propuse pensarlo desde acá, y me di cuenta que este año tiene un gusto especial. Hace ya casi un año que ese terrible accidente de auto se llevó a Pablo de entre nosotros, y seguramente el 31 a las 12 volveré a brindar con él y por él tal y como lo hice el año pasado… La verdad que extraño esas noches entre fútbol, vicio y cerveza en lo de alguno de los chicos. Hace cuánto que no juego al fútbol!
Brindo desde donde esté con la gente que más quiero (y que no voy a nombrar porque es mucha) y recuerdo los grandes momentos que pasamos este año atesorándolos en mi memoria: La fiesta de egresados de Mati, el cumpleaños de Flor, la mañana entre maquetas y corridas a la facultad con Kike, el cumpleaños compartido con Saya, las noches interminables en lo de Luli, las “pseudo picadas” en las que obviamente siempre perdía con mi Clio a GNC contra el 206 turbo diesel de Gyse o las extensas charlas con Eze, Saya y el que tenga ganas de engancharse: “a verrrr… definime…” jajaja cómo olvidarse! Qué raro que cosas tan simples las guardemos como tan importantes, pero para mí lo son.
Este año también incursioné en el mundo blog, creando este espacio para descargar tensiones aprisionadas y para leerme, en verdad sin muchas expectativas de lo que podría pasar con este emprendimiento, que la verdad disfruto mucho hoy en día. Y descubrí que en este mundo hay mucha gente que vale la pena, y a la que me encanta leer, y por eso me gusta mucho lo que está saliendo de esto.
En fin, y sin explayarme más: FELIZ NAVIDAD Y UN GRAN AÑO NUEVO!